Su contribución científica y cultural se concentró en dos grandes ejes estrechamente relacionados: la sociedad campesina y los pueblos indígenas de México. Las líneas de trabajo fueron el desarrollo social y rural, la recopilación musical, la cultura popular y las relaciones interétnicas. En esos temas se generó un debate nacional que duró varios lustros y que después dio paso a propuestas y discusión de las reformas constitucionales respectivas. Warman participó tanto a través de su obra escrita como de trabajos específicos redactados con ese propósito. "No puedo evaluar mi participación, pero para mí mismo le otorgo sentido y trascendencia adicional al trabajo académico, intrínsecamente importante, de generar y sistematizar conocimientos". 1
Su formación y vocación lo llevaron a realizar dos tipos de trabajo: el estudio de un fenómeno concreto, utilizando datos primarios de campo o archivo, censos y encuestas, y el análisis teórico de un problema y sus implicaciones políticas, sometidas a debate y a propuestas.
Estoy convencido de que la teoría social no debe ser abstracta ni esotérica sino vinculada a hechos concretos. Por eso traté de ligar mis convicciones o especulaciones teóricas con temas trascendentes desde mi punto de vista, o con las causas nacionales.
Creo que en las ciencias sociales la aplicación del conocimiento se da sobre todo a través del servicio público.2
Arturo Warman trabajó desde muy joven, siempre con intensidad y disciplina. De sus 66 años de vida, 43 los dedicó al trabajo: alrededor de 30 a actividades académicas y 13 al servicio público, en el que entró y salió en tres ocasiones. Hombre metódico, de aguda y gran inteligencia, poseía una memoria prodigiosa y ordenada que, aunada a una antisolemne y sarcástica pluma, imprimieron a sus escritos claridad y amenidad. De voz pausada, compensó su timidez nunca vencida con gentileza y fino humor. Poseía esa modestia de los grandes pensadores, humildad frente a los grandes retos de la problemática social, de la pobreza y la injusticia; era intransigente con la corrupción, la ineficiencia y la irresponsabilidad que suelen campear en no pocas instituciones. Conservó siempre su interés y compromiso con los campesinos e indígenas a los que dedicó gran parte de su vida, de sus esfuerzos y de sus reflexiones. Desde distintas trincheras defendió sus ideales y trató de que los proyectos políticos destinados a esos sectores redundaran en beneficio de éstos, a pesar de las críticas que su quehacer despertó en algunos sectores políticos y colegas, especialmente cuando ocupó altas posiciones en el gobierno federal y participó en las reformas constitucionales a los artículos 4 y 27.
Los ejes y líneas sobre las que Warman se concentró se plasmaron en una obra copiosa y trascendente: nueve libros publicados, de los cuales dos han sido traducidos al inglés; 31 capítulos en libros de investigación, uno de docencia y nueve de difusión; la edición de siete libros, 25 artículos de investigación y 26 de difusión; seis artículos in extenso de investigación y tres de difusión; siete cursos impartidos en doctorado; tres tesis dirigidas de licenciatura, siete de maestría y una de doctorado. Participó en 58 congresos, recibió 18 distinciones nacionales e internacionales, además de realizar numerosos informes y diagnósticos como resultado de diversas misiones en México, África y América Latina, así como del trabajo gubernamental. Distinguido con diversos reconocimientos como el Premio de Ciencias Sociales de la Academia Mexicana de Ciencias, el nombramiento como Profesor Numerario de la Universidad Iberoamericana, el Premio Chiapas, el nivel III del Sistema Nacional de Investigadores, el diploma y la medalla como Universitario Sobresaliente de la Universidad Nacional Autónoma de México, las becas Guggenheim, Fullbrigth Hayes y Tinker, entre otros.
2Idem.